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En 1811 una fuerza militar de la Junta Revolucionaria de Buenos Aires dirigida por Manuel Belgrano que intentaba encender la chispa de la revolución en Paraguay, no recibe apoyo a su paso y es derrotada por las fuerzas realistas en la batalla de Tacuary al mando de los Comandantes, Cabañas y Yegros.

Inicio del período Independiente

El derrocamiento del poder español, mediante la intimación al Gobernador Velasco ocurrió en la noche del 14 al 15 de mayo de 1811, culminando una conspiración liderada por Pedro Juan Caballero.

José Gaspar Rodríguez de Francia, hasta que acusado de negociar con los portugueses para defender la monarquía aún al precio de depender del Imperio portugues, es expulsado de la Junta.

En los últimos años de su gobierno dio asilo al caudillo uruguayo Jose Gervasio Artigas, con quien habia mantenido fuertes disputas en el pasado, y le protegió ante la persecucion (y amenazas de invasión al país) del caudillo entrerriano Ramirez, su ex-lugarteniente y entonces perseguidor.

La inserción de Carlos Antonio López

Posteriormente, en 1841 es nombrado cónsul del Paraguay (en el mismo sentido que antes Francia y Yegros) En 1844, el Congreso le otorgó poderes de presidente de la República, por diez años.

Los primeros hombres que se reintegraron en al post guerra, fueron los ex-combatientes que escaparon con vida de la contienda bélica, los que durante el conflicto permanecieron en el extranjero vinieron con los aliados perteneciendo a la Legión Paraguaya y los que estaban estudiando becados en Europa al iniciarse la guerra y no habian podido entrar al país por esta causa.

De la nación floreciente de la época de los López solo quedaron ruinas y escasos sobrevivientes. Destruida la riqueza pública y privada, desaparecidos los organismos jurídicos y culturales, reducida la población a su mínima expresión.

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