Si tienen un espíritu aventurero, que va en constante búsqueda de nuevos caminos y lugares alrededor del mundo, no se pueden perder visitar la hidrovía que cruza entre Paraguay y Paraná, que cubre alrededor de 3.500 kilómetros, comenzando en Buenos Aires, Argentina y terminando en Cuaiba, en Brasil.

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La vía fluvial de la cual hablamos, cubre varios países, para ser exactos, son cinco, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil.

Para embarcar, hay que llegar a Asunción, en Paraguay, aprovechando el trayecto para disfrutar de extraordinarias puestas de sol, interesantes paisajes fluviales y culturales a lo largo de la ruta que va entre Asunción y Concepción, Paraguay.

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Para viajar a través de esta vía paradisiaca, hay alternativas para embarcar todas las semanas, a bordo de dos barcos que están dispuestos para comenzar la travesía. Para reservar alojamiento, hay que tratar directamente con el capitán en el puerto de Asunción; alquilar una cabina es lo más conveniente, seguro y cómodo.

Para regresar, se puede tomar un bus de vuelta de Concepción, o bien, seguir a bordo del barco hacia la frontera de Brasil, pasar por Puerto Suarez, Bolivia y Corumbá, Brasil, aunque también es posible regresar en el mismo barco.

Para el viaje, es recomendable llevar una pequeña balsa inflable si es que se va con niños, aunque el barco tenga equipamiento de emergencia, éste nunca es suficiente para todos los pasajeros, mejor es prevenir que curar. El viaje deja muchos conocimientos nuevos alrededor de la historia de la ruta y los lugares visitados, por lo que al finalizar el mismo, el resultado es muy nutritivo para el intelecto.

Fotos: Flickr

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