Hoy vemos como en todas las latitudes del mundo se van creando colecciones especializadas en diversos temas. Un tema apasionante en cualquier parte del mundo, es la cultura ancestral, para lo cual se hace necesario recabar cantidades inmensas de objetos que permitirán a futuro recrear una historia, o al menos, intentar hacerlo.

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En Paraguay hemos visto con emoción como ha crecido el Museo del Barro. En un inicio establecido para mostrar piezas únicas de la cerámica contemporánea del país. Con el paso del tiempo, los artistas escultores han podido recrear muchas piezas de arte de las que solo quedaban vestigios inertes. Hoy todos esos vestigios son objetos nuevos que se comercializan en los bordes de la carretera como un souvenir más, pero no cualquier souvenir, sino uno que deja un rastro en la mente de quien lo compre, como un pedacito de la historia de Paraguay.

El interior del edificio del museo está repleto de vitrinas transparentes y bien iluminadas, donde se exhiben los objetos junto a una bitácora informativa. Hay una parte del museo que está reservada para las exposiciones permanentes. El foco del museo es el estilo de vida nativo indígena y el arte precolombino.

En otro lado del museo se encuentran las exposiciones temporales, que van mostrando artes plásticas, fotografía, pintura y esculturas. Lo más popular del museo es una colección de cerámica guaraní del tiempo pre colonial. Las mascaras inundan las paredes del museo, en señal del respeto que tienen los paraguayos hacia las tradiciones populares. Las mascaras se usan en las fiestas y fueron de uso habitual durante los ritos de las tribus guaraníes.

Foto: museodelbarro

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