Una de las rutas comerciales más antiguas de las Américas, es la Ruta del Oro, testigo viviente del auge que experimentaron varios países que fueron parte de esta ruta en la época de la colonia, tales como Argentina, Bolivia, Paraguay, y Uruguay.

ruta.jpg

El recorrido de esta ruta, lleva por los sinuosos caminos que utilizo primero que nadie el Imperio Inca y luego los españoles, para transportar el oro y los metales preciosos provenientes de las ricas minas de Potosí en Bolivia, dejando repleta la memoria con las innumerables aventuras que se relatan en el camino, además de ver paisajes únicos y hermosas ciudades coloniales.

Algo interesante de destacar acerca de la historia de esta ruta, es la evolución mercantil que tomaron las colonias al crearse las nuevas repúblicas, ya que ellos se iniciaron en el negocio de la exportación aprovechando las riquezas de las zonas productoras, abriendo mercados principalmente en europa y norteamerica.

Los resultados económicos del plan exportador de aquel entonces, recién comenzó a rendir frutos en la segunda mitad del siglo XIX, dando origen a una nueva industria en materia de transportes: el ferrocarril y las navieras.

Las nuevas repúblicas se financiaban con los aranceles aduaneros y el comercio crecía en volumen cada año, aunque ciertas áreas se estancaban debido a rencillas internas y guerras. Por los años 1820, se produce finalmente, el desplome del mercado, cuando la demanda baja a la mitad.

Volviendo al recorrido que tiene la ruta, tenemos con ésta la posibilidad de conocer en resumidos quince días, aparte de su interesante historia, maravillosas áreas de Uyuni, el impresionante cañón de Humahuaca, el encanto colonial de Salta y el vibrante sabor bonaerense.

Foto: Flickr

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.