La represa de Itapú es reconocida por la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles como una de las “siete maravillas del mundo moderno”, ya que la represa de Itapú es una de las mayores plantas de energía hidroeléctrica del mundo. Situada en la región superior del río Paraná, donde las fronteras de Paraguay y Brasil se encuentran, esta presa fue una empresa conjunta de ambos gobiernos.

Incluso antes que comenzara la construcción de esta represa, los ingenieros tuvieron que cambiar el curso del séptimo río más grande del mundo. Más de 50 millones de toneladas de roca y tierra se trasladaron para crear una vía de circunvalación que mide 490 pies de ancho, 300 pies de profundidad y 1,3 kilómetros de largo. Este trabajo tomo casi tres años en completarse.

Para construir esta represa se contrato más de 40.000 trabajadores. La principal sección de la presa es de grandes segmentos de hormigón que se unen para formar una cámara hueca, aunque también es cierto que la represa está hecha de varias presas diferentes conectadas entre sí, esto es porque no existía suficiente hierro y acero en el lugar para construir una sola grande, entonces se quita presión a los materiales construyendo varias pequeñas que se conectan entre sí.

La estructura de la presa es impresionante, pero lo es aún más su motor. La represa tiene 20 generadores hidroeléctricos que producen o impulsan por unidad 160 toneladas de flujo de agua a través de cada turbina por segundo. La represa funciona normalmente durante todo el año, y hasta el momento no ha existido conflicto entre los países que la albergan, aunque es posible siempre que exista alguno.

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