Aunque pareciera un tema trillado, el turismo religioso es muy relevante, y no sólo en Paraguay sino en varias partes del mundo. En Paraguay, Caaupé, es considerada la “capital religiosa”.

La sede de la Diócesis de Caaupé y el centro de la ciudad está dominada por una enorme Catedral llamada Nuestra Señora de los Milagros. Allí, hay muchos monumentos religiosos y estatuas, aunque el más importante de todos, es el hogar de la Virgen de los Milagros.

Según cuenta la historia, en el siglo XVI, un indio cristiano, que también era escultor, fue al monte en busca de barro. El estaba solo y llego a un grupo de hombres que eran enemigos de otra aldea. Al temer por su vida, el escultor se escondió detrás de un grueso tronco y allí, callado, comenzó a rezar a la Virgen María para mantenerse seguro.

El indio prometió a la Virgen María que si ella lo mantenía a salvo de daños, el esculpiría allí mismo donde se refugiaba aquel día. El escultor escapo sano y salvo y cumplió con su palabra, regresando al tronco de madera y tallando allí, una hermosa estatua de la Virgen María, que luego fue llevada a la Iglesia de Tobatí. Luego tallo una más pequeña para sí mismo.

A través de los años, se han atribuido muchos milagros a esta asombrosa estatua de la Virgen María. En 1603, el Lago Tapaicua inundo todo el valle y arraso con todo, incluso con la estatua. Al retroceder el agua, apareció la estatua como un milagro. Desde entonces se le llama a la estatua, la Virgen de los Milagros.

Luego de que la estatua se salvara de la inundación, un carpintero construyo una ermita e inmediatamente los peregrinos comenzaron a llegar. Hoy en día, la estatua se conserva en la Catedral del centro de la ciudad, aunque se discute siempre si acaso será aquella la original.

Foto: flickr