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Las tribus indígenas de Paraguay son una realidad, y lo mejor de todo, es que las modernas ya no se comen a la gente, como sucediera antes, muy en el pasado.

Las comunidades amazónicas cultivan mandioca y papaya en sus jardines, y se les puede ver siempre muy saludables. Las tribus indígenas de la tribu Pano, tienen su piel pintada de rojo y colorante vegetal negro.

Estas personas, que viven en el borde con el mundo moderno, no dejar de sorprender, ya que si Enrique VIII mantuvo a unos “salvajes” en la corte, lo mismo hicieron los Médicis. Lo que resulta casi imposible de creer es que estas tribus permanezcan en el anonimato y casi perdidas de toda otra civilización por tanto tiempo.

Es todo un logro que estas tribus se mantengan perdidas del ojo del humano civilizado considerando que ya no hay rincón del mundo que no haya sido explorado en búsqueda de oro o petróleo, sin contar con las exploraciones de los antropólogos, botánicos, cazadores y bandidos.

Todavía quedan en estimación, según Survival International, que hay unas 70 tribus perdidas. Con esto, se refieren a aquellas tribus que no tienen contacto con la sociedad en general. La tribu Ayoreo de Paraguay, se considera perdida. Algunos de sus miembros visita los pueblos y se le ve de vez en cuando por el desierto del Chaco. Hay un sub grupo, la tribu Ayoreo Totobiegosode, que nunca ha visto al hombre blanco. Pero esto no quiere decir que viven en el aislamiento total. Ellos navegan por el río y mantienen algunos artículos bastante modernos entre sus implementos de uso diario.

“Tribus perdidas” es un término relativo. Una tribu puede ser calificada de “perdida” aunque viva justo al borde con el mundo moderno. Un ejemplo histórico es la tribu Beothuk de Terranova. A pesar que vivieron entre los colonos, se negaron a interactuar, rompieron todo lo “moderno” que encontraron y finalmente, se extinguieron.

Vía/ Telegraph

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